“Metaverso” es un término nacido en el mundo cyberpunk en 1992 y que recién ahora está experimentando una gran difusión debido a que es utilizado por Facebook, cambiando su nombre a Meta. Se considera la evolución de Internet, pero no su reemplazo: un universo digital en el que se combinan varios mundos (como el de la realidad virtual). El metaverso está compuesto por muchas aplicaciones que permiten a los usuarios interactuar con amigos, familiares, conocidos e incluso extraños. Cada vez más empresas están invirtiendo en el metaverso, volviendo a la economía digital, que es muy diferente a la economía a la que siempre hemos estado acostumbrados. Entre las empresas que creen e invierten en el metaverso está, como se mencionó, Facebook, que incluso ha cambiado su nombre a Meta. De hecho, en 2014 adquirió una de las empresas más prometedoras en el campo de las aplicaciones de realidad virtual: Oculus. Microsoft también cree en esta nueva forma de la web y recientemente ha invertido en el sector de los juegos de metaverso con la adquisición de Activision Blizzard, Inc. por $ 69 mil millones.
Mirando la tendencia de las acciones en la bolsa de valores, en general parece que la inversión podría dar excelentes resultados en el futuro. A escala europea, es posible hacerse una idea de los países más interesados en el metaverso. En primer lugar está Francia, donde hay una media de unas mil búsquedas mensuales de la palabra «metaverso». Le sigue Reino Unido con 942 búsquedas mensuales de media. En tercer lugar encontramos a Suiza, con 831 búsquedas). Éstas son naciones convencidas de que el futuro de la economía digital (y más allá) pasará inevitablemente por el metaverso. Una de sus ventajas, en términos económicos, es que todas las transacciones que se realizarán dentro de él serán públicas y fácilmente rastreables, y por lo tanto completamente seguras, también gracias a la tecnología blockchain. Otro elemento a su favor es la posibilidad de acceder a cualquier parte del mundo, sin límites de aforo ni restricciones de particulares y empresas.
Precisamente por eso, los nuevos espacios virtuales han cobrado gran importancia en diversos sectores del negocio, de hecho las empresas han creado gemelos digitales de showrooms, agencias y tiendas, en los que pueden tranquilizar a los clientes aunque sea de forma remota en su experiencia de compra. Esto inevitablemente favorece las ventas y aumenta las entradas de empresas. En las empresas también han nacido las oficinas virtuales, donde las personas tienen un avatar que las representa y colaboran entre sí mediante herramientas inmersivas específicas. Estos nuevos espacios virtuales son ya importantes puntos de encuentro para clientes y proveedores, con la consiguiente ventaja en términos económicos.
Un estudio de la consultora PwC predice que la computación espacial pronto superará el valor anual de un billón de dólares, alcanzando el billón y medio para 2030. Esto conducirá a la creación de nuevas empresas multimillonarias, así como a nuevas economías. Es probable que la llegada de esta nueva realidad económica provoque importantes cambios en el mundo de la economía y los negocios, permitiendo cubrir viejas necesidades de una forma innovadora y más eficaz, pero al mismo tiempo, creando nuevas necesidades para las empresas y negocios.