Según un informe de Ember, el grupo de expertos climáticos independientes, Italia se encuentra entre los siete países europeos que no están avanzando lo suficiente para alcanzar el objetivo de descarbonización establecido por Europa. En la lista negra están también Alemania, Bélgica, Polonia, Chechenia, España y Rumanía.
Una nueva confirmación de la tendencia negativa de la peninsula llegó con la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que denuncia la violación, por parte de Italia, de la norma sobre la calidad del aire. En 2014, la Comisión Europea había iniciado un procedimiento legal debido a un “rebasamiento sistemático y continuo, en un cierto número de áreas del territorio italiano, de los valores límite establecidos para las partículas PM10”. El Tribunal finalmente dictaminó que “los valores límite aplicables a las concentraciones de partículas PM10 se superaron de forma sistemática y continua entre 2008 y 2017”.
Es en este contexto, que no es precisamente uno de los mejores, que iniciativas como la de Snam y CDP se vuelven valiosas. La empresa de infraestructura energética y el grupo Cassa Depositi e Prestiti han colaborado para crear Arbolia, la start-up que tiene como objetivo lo de plantar 3 millones de árboles para 2030. Se trata de una corporación de beneficio, es decir, una empresa que, además de los objetivos de lucro, pretende tener un impacto positivo en la sociedad y en el planeta. Italia fue uno de los primeros países en adoptar esta forma jurídica y actualmente cuenta con más de 500 empresas que se han sumado a este modelo.
El objetivo final de Arbolia es hacer una contribución sustancial al proceso de descarbonización, combatiendo las emisiones de CO2 a través dela absorción de casi 200.000 toneladas de dióxido de carbono al año. De hecho, la compañía quiere sumar 500 mil árboles cada año a los 12 mil millones que ya están presentes “para mejorar los ecosistemas, promover la biodiversidad y hacer las ciudades más resilientes”. Por ello, nacida para desarrollar nuevas áreas verdes en el país, la misión de Arbolia es, como se indica en su página web, “contribuir a la lucha contra el cambio climático, la mejora de la calidad del aire y la creación de oportunidades de desarrollo social y económico para las ciudades y los territorios”.
La empresa realizará obras de forestación y reforestación en áreas puestas a disposición por la administración pública y los particulares por cuenta de empresas y personas que quieran contribuir a la mejora del medio ambiente. Además, Arbolia se encargará del cuidado y mantenimiento de los árboles durante los dos primeros años y también ofrecerá servicios de análisis de huella de carbono para empresas y administraciones públicas. Estos servicios serán posibles gracias a la colaboración con TEP Energy Solution, la filial de Snam que opera en el sector de la eficiencia energética.
Finalmente, Arbolia promoverá el diálogo entre los stakeholders sobre temas relacionados con el desarrollo y la promoción de las actividades forestales.