Walmart, la cadena de grandes almacenes de propiedad de Walmart Stores Inc, recientemente realizó importantes recortes de personal. Pero no se trata de gente de carne y hueso, con dos brazos, dos piernas y un par de ojos, sino de máquinas “inteligentes”.
La cadena más grande del mundo en el sector de la gran distribución organizada, fundada en 1962 por Sam Walton y que cuenta con más de 11.496 tiendas en 27 países, decide retroceder y voolver a valorizar el trabajo humano. En 2017, Walmart comenzó a usar robots en sus tiendas. Tras concluir un acuerdo con la start-up Bossa Nova Robotics, había comprado robots de 60 cm de altura y equipados con 15 cámaras cada uno, capaces de escanear códigos de barras para inventariar y controlar los estantes de las tiendas. Las máquinas se ocupaban de analizar los estantes para verificar que no hubiera productos fuera de lugar, errores en los precios o etiquetas incorrectas.
El objetivo era acelerar el trabajo manteniendo un alto nivel de eficiencia, con el intento de mantenerse al día con la competencia de los grandes vendedores en línea como Amazon y Alibaba, que han estado utilizando robots durante algún tiempo en sus almacenes. Después de probar y aprobar otras máquinas (como la fregadora automática) en sus tiendas, Walmart había decidido probar los “robots de inventario” en más de 500 tiendas. Ya que eran satisfechos con los resultados obtenidos (cada máquina podía escanear productos 3 veces al día para un total de 13.000 escaneos por día), a principios de este año anunciaron la intención de aumentar la fuerza laboral robótica en 1000 tiendas.
El cambio de rumbo se ha producido en los últimos meses, justo cuando los supermercados han sido asediados por un montón de gente en medio de la histeria colectiva provocada por la pandemia. Con el fuerte aumento de la demanda y la gran cantidad de pedidos online, la cadena de supermercados se enfrentó a un nuevo reto: reabastecer las estanterías en un tiempo récord y asegurarse a la vez de que el inventario siempre fuera perfecto. Según un informe del Wall Street Journal, Walmart se dio cuenta de que la forma más eficiente de reabastecer los estantes de las tiendas era con la ayuda de los empleados humanos, que equiparaban e incluso superaban el trabajo realizado por los robots.
Además, dado el aumento de la afluencia, el director ejecutivo de Walmart USA, John Furner, dijo que estaba preocupado por las reacciones de los clientes a los robots. Entonces, Walmart decidió rescindir el contrato con la empresa de robótica y devolver el trabajo a los empleados humanos.
por lo tanto, por esta vez, podemos decir que la batalla entre humanos y robots la ganó el primero, pero ganar la guerra es otra historia. De hecho, la misma cadena hace saber que no dejará “de probar nuevas tecnologías e invertir en nuevos procesos de negocio internos”, ya que han “aprendido mucho sobre cómo la tecnología puede ayudar a los empleados, facilitar el trabajo y ofrecer una mejor experiencia al cliente”.