En una situación difícil para el turismo internacional, uno de los sectores económicos más afectados por el coronavirus, todavía hay quien no se desanima y piensa en formas originales de atraer turistas a su país.
De hecho, Kazajstán decide aprovechar la famosa frase de Borat, el protagonista de la comedia negra de Sacha Baron Cohen que había provocado mucha indignación, especialmente en el mundo árabe. El eslogan, que dice “¡Very nice!” o sea “¡Muy bonito!”, se puede encontrar en el comercial que retrata varios paisajes de la ex república soviética, y muestra sus mercados y trajes tradicionales.
La decisión de la oficina de turismo de Kazajstán parece querer darle una bofetada en la cara a la película que lo retrata como un país retrógrado, racista, homofóbico y misógino, una imagen no tán inspiradora para los potenciales turistas. Sin embargo, el país decide aprovechar la nueva ola de interés en el periodista kazajo de ficción interpretado por el actor británico, debido al lanzamiento de la secuela Borat, siguiente película documental, disponible en la plataforma Amazon Prime Video a partir del 23 de octubre de 2020. Una reacción muy diferente con respecto a la que se tuvo después del estreno de la primera película en 2006, titulada Borat: lecciones culturales de Estados Unidos para beneficio de la gloriosa nación de Kazajistán. La comedia, en forma de falso documental filmado por el periodista Borat Sagdiyev, enviado por los Estados Unidos para estudiar las costumbres y tradiciones del país, había sido motivo de agitación, lo que resultó en una serie de acciones legales. El gobierno kazajo protestó oficialmente contra la película, ejercitando una acción contra Cohen y logrando ocultar el sitio web www.borat.kz. Incluso hubo acusación de difamación étnica por parte del Centro Europeo para la Investigación del Antiziganismo, la organización sin fines de lucro que se ocupa de combatir el racismo contra el pueblo romá. El resultado fue la censura de la película en todo el mundo árabe (con la excepción del Líbano).
Esta vez, en cambio, la oficina de turismo de Kazajstán tuvo la última palabra, aprovechando la situación a su favor. Según el New York Times, la idea parece haberle surgido a un ciudadano estadounidense, Dennis Keen, que se enamoró tanto del país durante su estadía allí que decidió mudarse a Almaty, donde ahora organiza visitas para los turistas y presenta un programa de televisión que trata de viajes. El estadounidense, tras la iluminación recibida en compañía de un amigo, hizo la propuesta al Patronato de Turismo, que finalmente la aceptó.
El subdirector de la agencia Kairat Sadvakassov cree que el eslogan describe perfectamente el potencial turístico del país. “La naturaleza de Kazajstán es “muy bonita”, así como su comida y su gente, a pesar de las bromas de Borat, es una de las más amables del mundo”, dice. El creador del eslogan menciona además que el ministro de Relaciones Exteriores en ejercicio durante la transmisión de la primera película, Yerzhan Kazykhanov, pensaba que tenía que estar “agradecido” a Borat porque, contra todo pronóstico, había “ayudado a atraer turistas”.
En realidad, el propio Sacha Cohen dijo: “Esta es una comedia, y el Kazajstán de la película no tiene nada que ver con el país real. Lo elegí porque era un lugar del que casi nadie sabía algo en Estados Unidos, lo que nos permitió crear un mundo salvaje, cómico y falso. El verdadero Kazajstán es un país hermoso con una sociedad moderna y orgullosa, lo opuesto a la versión de Borat ”.